Sin duda alguna puede ser considerada como un clásico de la literatura, una obra trascendental que está narrada de una manera inusual. Puedo decir que la mayor parte de mi disfrute fue su narración de manera epistolar, cartas, diarios, memorándums, le dieron aquel toque aventurero que te atrapa y no te deja un momento. Cuando las distintas historias contadas desde distintos puntos de vida hacen punto de convergencia, me pareció algo muy plancetero de leer, sin duda alguna Drácula se convirtió en una de mis historias favoritas.
Sin embargo, algo que me deja con un amargo sinsabor, es el final algo precipitado y afanado, como si Stoker estuviera desesperado para terminar su manuscrito. Fue muy rápido que tuve que releer las últimas páginas dos veces para poder entender lo que había pasado, aún así, disfruté mucho leerlo.
No solo esta el entendimiento bajo la tétrica historia de Drácula, sino también ciertos temas de la época, como el amor, la ciencia, los títulos, e incluso la locura. Siento que fueron bastante bien abarcados teniendo en cuenta tanto la época en la cual se narra la historia como el momento en el que vivió Stoker.
Una lectura mágica.