Poppy ha dedicado toda su vida, o más la han obligado, a ser la Doncella. Destinada a ser entregada a los dioses, pasa sus días siguiendo las órdenes de los asendidos. O eso es lo que ellos piensan, Poppy ha logrado quebrantar las reglas no solo aprendiendo a luchar como una guerrera, sino también escapando de sus aposentos. En una de sus incursiones nocturnas es cuando se encuentra a Hawke Flynn, un guardia trasladado de la capital que la ha tenido encandilada desde el momento en que lo vió. Pero las cosas se salen de control cuando se entera que el va a ocupar el lugar de su guardia personal.

Es un libro con el que sentí frustración al leerlo y al mismo tiempo me encantó, lo primero fue por la forma en que está escrito, la verdad que me generaba dolor de cabeza como no entendía muchas veces nada de lo que estaba pasando, pero a la vez su protagonista me encantó, un poder único y una conexión que fue tremenda con su interés amoroso.

Siento que lo hubiera amado si la forma en que nos introduce en la historia hubiera sido otra, el worldbuilding me gustó, pero al no tener mucha explicación al principio me mareaba y eso no me gusta.

Realmente es una buena historia, la sentí un poco lenta, en cuestión de que los personajes debían hacer algún viaje pero tardaban un montón en avanzar. Pero el resto me engancho y me lo devoré.

Este libro me hizo recordar, en algunas cosas, a la saga ACOTAR, realmente si te gustó recomiendo totalmente este libro, los personajes tienen una escencia parecida, son atrapantes.

Le doy 3⭐