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A review by sufridasafo
Wonder Woman: Earth One, Vol. 1 by Grant Morrison
2.0
Este inicio de serie me ha decepcionado a varios niveles, no creo que represente la esencia de Wonder Woman, a pesar de que se trate de un reinicio de personaje con claras referencias a la serie de Marston.
Para empezar, el alegato pro-feminista que se hace no se corresponde luego con los mensajes que se lanzan a lo largo de las páginas. Por una parte, a pesar del tema de la "sumisión a la afectuosa autoridad", no veo que exista una actitud de solidaridad (o sororidad) ni de compasión que caracteriza a las amazonas. Especialmente, cuando se horrorizan ante los cuerpos de las mujeres del "Mundo del Hombre", están diciendo que las mujeres humanas somos deformes y grotescas, porque tenemos cuerpos diversos, y dando por hecho que las amazonas son todas delgadas y atléticas, además de bastante pagadas de sí mismas y muy prepotentes. ¿Qué mensaje se está transmitiendo? ¿Que una mujer corpulenta, gorda o muy delgada no es válida ni puede ser fuerte y atlética? No contentos con el "body-shaming", encima provocan una pelea típica en plan "qué malas son las mujeres entre ellas", con Mala y Etta Candy llamándose zorras y cosas así. Incluso entre las propias amazonas, quieren transmitir la idea de que Isla Paraíso es una utopía lésbica con escenas que lo ponen de relieve, pero se reduce a sexualización y erotismo (incluyendo no pocas dosis de referencias al BDSM) injustificado, no hay cuidados ni relaciones de afecto igual de explícitas. Muy mal todo.
Por otra parte, aunque el dibujo y el color son muy bonitos y el nivel de detalle es muy agradable, no soporto la mirada masculina que provoca la hipersexualización de los personajes. Esos cuerpos en poses como de modelo, esas expresiones y caras que parecen más de seducción que de lucha o preocupación me desagradan y sacan totalmente de la historia. Puede parecer un detalle sin importancia e incluso habrá quien ni se haya percatado o directamente no vea ese matiz, pero existe y choca frontalmente con la supuesta actitud feminista de los autores. Especialmente en comparación con el dibujo de Cliff Chiang, que demuestra que se pueden hacer cuerpos que no dejan de tener feminidad o delicadeza, según la situación, sin perder su potencia y su fuerza, sin necesidad de poner el énfasis en curvas, pechos exuberantes o perspectivas enfocadas en culos o pechos.
En fin, la historia no está mal y se puede leer, pero desde luego no me ha dejado ganas de continuar leyendo esta serie.
Para empezar, el alegato pro-feminista que se hace no se corresponde luego con los mensajes que se lanzan a lo largo de las páginas. Por una parte, a pesar del tema de la "sumisión a la afectuosa autoridad", no veo que exista una actitud de solidaridad (o sororidad) ni de compasión que caracteriza a las amazonas. Especialmente, cuando se horrorizan ante los cuerpos de las mujeres del "Mundo del Hombre", están diciendo que las mujeres humanas somos deformes y grotescas, porque tenemos cuerpos diversos, y dando por hecho que las amazonas son todas delgadas y atléticas, además de bastante pagadas de sí mismas y muy prepotentes. ¿Qué mensaje se está transmitiendo? ¿Que una mujer corpulenta, gorda o muy delgada no es válida ni puede ser fuerte y atlética? No contentos con el "body-shaming", encima provocan una pelea típica en plan "qué malas son las mujeres entre ellas", con Mala y Etta Candy llamándose zorras y cosas así. Incluso entre las propias amazonas, quieren transmitir la idea de que Isla Paraíso es una utopía lésbica con escenas que lo ponen de relieve, pero se reduce a sexualización y erotismo (incluyendo no pocas dosis de referencias al BDSM) injustificado, no hay cuidados ni relaciones de afecto igual de explícitas. Muy mal todo.
Por otra parte, aunque el dibujo y el color son muy bonitos y el nivel de detalle es muy agradable, no soporto la mirada masculina que provoca la hipersexualización de los personajes. Esos cuerpos en poses como de modelo, esas expresiones y caras que parecen más de seducción que de lucha o preocupación me desagradan y sacan totalmente de la historia. Puede parecer un detalle sin importancia e incluso habrá quien ni se haya percatado o directamente no vea ese matiz, pero existe y choca frontalmente con la supuesta actitud feminista de los autores. Especialmente en comparación con el dibujo de Cliff Chiang, que demuestra que se pueden hacer cuerpos que no dejan de tener feminidad o delicadeza, según la situación, sin perder su potencia y su fuerza, sin necesidad de poner el énfasis en curvas, pechos exuberantes o perspectivas enfocadas en culos o pechos.
En fin, la historia no está mal y se puede leer, pero desde luego no me ha dejado ganas de continuar leyendo esta serie.