No sería el mejor libro para tiempos bélicos. Ay, mi ansiedad, ay mi hipertensión. No sé cómo se habrá documentado Stross para todos los detalles militares (cazas, tanques, munición, bases, logística, disponibilidad), de infraestructuras críticas o de organizaciones de seguridad ni qué porcentaje de lo anterior es real, pero espero que su historial de navegación no le haya provocado una visita doméstica al grito de “FBI, OPEN UP!” o su equivalente británico. Como no hay página de agradecimientos (¡ni epílogo, mala persona!), voy a suponer que tiene buenos contactos.
Hacía mucho que no flipaba tanto con un libro ni tenía que parar a cada poco para pegar grititos y saltitos histéricos: tremenda tormenta de mierda se desata aquí. Solo diré que Stross parece un niño con juguetes de varias franquicias/universos y pone a pelear a Darth Vader contra el put* Skeleton, a ver quién ganaría, solo que con argumentos muy convincentes.