Llegué a este libro gracias a la película que vi en Netflix.

Hasta ahora, algo que siempre me ha pasado cuando paso del séptimo al sexto arte, encuentro libros realmente buenos que me permiten conocer mejor el mundo creado para la ficción y empatizar más con los personajes que lo habitan.

Lamentablemente, en esta ocasión no fue así. El libro es muy bueno, pero creo que es sumamente inferior a la película. Rescato que el autor logra mantener la sensación de encierro y desesperación a lo largo de todo el relato; sin embargo, por momentos, uno pierde conexión con la historia. Creo que este último punto se da porque no se llega a enganchar con los personajes principales. Al menos, en mi caso, esta sensación de empatía no apareció hasta las últimas páginas del libro, en las que mi corazón lector empezó a desear que la protagonista y sus acompañantes lograran su objetivo.

Algo que nunca me había pasado es que muchas de las imágenes que se creaban en mi cabeza estaban directamente vinculadas a la película. Generalmente, a pesar de haber visto la versión fílmica, al leer el libro imagino un mundo diferente al visto anteriormente. Opino que esto se debe a que, como ya mencioné antes, el libro, sin ser malo, es inferior a la película.

Los puntos buenos que tiene el libro es que la historia es fácil de seguir. A pesar de tener lugar en una sociedad con nuevas reglas, el universo en el que habitan los personajes es perfectamente entendible para el lector. Además, como ya mencioné, el autor ha logrado mantener la sensación de encierro y desesperación a lo largo de todo el relato.

En cuanto a lo negativo, además de lo ya mencionado, debo resaltar que la historia no presenta mucha información sobre lo que está sucediendo en el mundo y, por eso, algunas situaciones se me hacían poco creíbles (no ahondaré sobre esto para no spoilear).