Una lectura conmovedora. Me encanto el misterio que asechaba a todos momentos. Nunca se sabe exactamente quien fue el “abuelo” de Severina, pues nuestro narrador también se convierte en el señor Blanco al último con la falsificación de su pasaporte. 

El autor por si mismos admitió que todos libros deberían de ser “thrillers”. Y este no decepciona en ese sentido. Me gusto mucho el mundo en que habita nuestro narrador, se puede apreciar muy bien las calles y en ambiente de Guatemala que por su puesto me recuerda mucho a Teocuitatlan y Mazamitla y aunque la historia de amor fue muy problemática, sin embargo me recuerda mucho a los días y noches que camine a lado de Eloísa y en esos pueblo hermoso. 

La literatura fue su propio personaje. Me gusto mucho la importancia de los Libros en esta novela. En muchos sentidos me recordó mucho La Sombra Del Viento. 


“Schnitzler, me dije a mí mismo, tenía razón: «Una mujer te puede dejar por falta de amor, o por exceso de amor, por esto o por aquello, por todo o por nada».”