A review by schwarzer_elch
Ordesa by Manuel Vilas

4.0

Este es un libro al que llegué con mucha expectativa, pues había leído muy buenos comentarios sobre él en diferentes plataformas y medios. Si bien no tenía ninguna referencia del trabajo previo autor, las críticas que había leído sobre esta publicación me parecían contundentes y tenía la necesidad de perderme en sus páginas.

Desde el primer párrafo, el lector se dará cuenta que es un libro que reflexiona sobre las diferentes emociones humanas que surgen a partir del luto ocasionado por la pérdida del padre. Si bien es cierto que, a lo largo de la narrativa, se habla de la muerte de los dos progenitores, es a raíz del dolor ocasionado por la muerte del padre que el autor analiza su lugar en el mundo y busca responderse a preguntar tan universales como quién es y qué le depara el futuro en un mundo en el que se encuentra solo, sin la protección de papá y mamá. Para ayudarse a encontrar una respuesta, el autor busca reconstruir la figura de sus padres y, a través de sus vidas, recorre los últimos años de la historia de España.

Otros personajes habitan la página de Ordesa, todos ellos muertos, pues no hay lugar para los vivos. Los más ricos e interesantes me parecieron el tío al que el autor llama Monteverdi y la abuela, de la que no sabe nada, pero a la que nombra Cecilia. Lamentablemente, cada vez que el autor se dedicaba a otros “personajes – persona”, la figura envolvente del padre aparecía para terminar cubriéndolos a todos bajo su sombra. En esta historia no hay lugar para quienes aún permanecen vivos, salvo quizás para los hijos del autor, que hacen su aparición para recordarle a éste que ya se encuentra al final de su vida, no por vejez, si no por abandono social y espiritual de un mundo en el que ya no se encuentra a sí mismo.

Las últimas páginas del libro están englobadas en una segunda parte conformada por una serie de poemas con los que no enganché para nada y que, desde mi perspectiva, lo único que logran es restar en vez de sumar. Sin embargo, he de reconocer que éste nunca ha sido mi género literario favorito, pues siempre me ha resultado difícil encontrar la belleza en él.