Cuando me compré este libro, lo hice porque vi que la historia pasaba en Seúl. Es una de las ciudades que siempre he tenido curiosidad por visitar y que, desafortunadamente, aún no he podido hacerlo. Y este libro me ha transportado a esa ciudad que tantas ganas tengo de conocer y lo ha hecho de una forma increíble.

Melody Lee es una chica de dieciséis años, y su vida cambia de un día para otro. Pasa de vivir en Nueva York, a Seúl. Y no sólo tiene que acostumbrarse a la ciudad, sino que además tiene que hacerlo junto a su padre, al que solo ve una vez al año y a veces ni eso.

La historia de Melody es un viaje de lo más placentero. En todo momento he conectado con ella y con sus problemas (muy reales, debo decir, para la edad que tiene), y he vivido su historia como si le pasara a una amiga mía. Claire Ahn tiene una forma de narrar muy ligera y fácil de entender, y desde el primer momento te involucras en la vida de los personajes.

Es un libro sencillo y entretenido, y aunque no se convertirá en mi libro favorito, si que es una novela que he disfrutado mucho leyendo y me ha hecho sentir mucho. ¡Incluso las escenas con cierto personaje me han creado unas cuantas mariposas!

Sin duda, se lo recomiendo a cualquiera que quiera pasar un buen rato y conocer más Corea del Sur y sus costumbres.