Cada acercamiento a la obra de Kadaré, aún siendo por ahora en cantidad reducidos, es un paseo por una mitología y mística sociales e históricas muy alejadas de las de mi entorno. Todas las disquisiciones propias de la sociedad albanesa, sus costumbres y su historia entremezcladas desde perspectivas diversas para crear un cuadro único. La primera novela de Kadaré muestra unos retratos sociales pintorescos y variados, y también unos cuadros de angustia y debate moral personal de un calado que sorprende por la profundidad que progresivamente adquieren. Un paseo, por veces alucinante y por veces estremecedor, recogiendo los frutos de uno de los muchos conflictos que largamente han azotado esta, todavía oscura, región de Europa.