Este es el primer libro que leo de Graham Joyce y me sorprendió demasiado!

En este libro seguimos a Fern, una adolescente de 16 años en la epoca de los 60's y, a su madre adoptiva, Mammy, una anciana herbalista, comadrona, entre otras muchas cosas. Después de la repentina muerte de una clienta de Mammy después de un aborto, la vida como la conocen termina y Fern tendrá que descubrir como vivir su vida sin Mammy. Su madre termina en el hospital después de que su salud fuera en declive, por lo que Fern tendrá que encontrar su lugar en el mundo.

La verdad es que cuando tomé este libro de mi librero, no entendía muy bien de qué trataba, así que entré a ciegas y me sorprendió bastante. En sí la historia no es tan complicada (en un punto sí se pone rara), pero terminé teniendole mucho cariño a los personajes, tanto Fern como Mammy como los personajes secundarios, cómo terminan todos relacionados con las dos. Fern trata de aplicar todo lo que Mammy le enseñó mientras descubre nuevas cosas del mundo. El fuerte del libro son los personajes, por más secundarios que parescan, no puedes evitar sentir algo, ya sea cariño u odio.

Le doy 3 estrellas porque, a pesar de que amé a los personajes, la historia no me cautivó, en algunos puntos se me hizo un poco aburrida lo que hizo que hubiera varios días en los que no leía (aparte de otras razones) y por eso me demoré tanto en terminarlo. No amé el libro, pero tampoco lo odié, pero como dije, lo más entrañable de la historia fueron los personajes.

Me llevo en el corazón a Mammy, Fern, Arthur, Judith y Greta, que fueron los personajes que más me encantó leer.