Me ha encantado conocer el sistema detrás de tanta imagen en redes.
Y me ha sorprendido descubrir que la idea original dista mucho de que prevalezca la imagen sobre el contenido.

Así que en realidad este es un libro donde el autor comparte un método, sencillo pero eficaz, para garantizar la reflexión diaria y desconexión digital a un tiempo, para sistematizar la revisión de nuestras ideas, valores y acciones y fomentar así la conciencia del presente y de hacia dónde nos dirigimos.

Me quedo con muchas buenas ideas para aplicar y personalizar y un buen manual al que volver para coger fuerza en este mundo acelerado del que a veces hay que bajarse un rato para no perder la perspectiva de nuestra propia vida.