Qué mejor forma de acercarse a esta ciudad que el Vesubio preservó que de la mano de una de las expertas de Roma. Mary Beard reconstruye la vida, hasta donde es posible hacerlo por los vestigios preservados en Pompeya y las fuentes de la época, aclarando, eso sí, que no se trata de una ciudad romana congelada en el tiempo, que al contrario, a la explosión del 79 presidieron sismos que advirtieron a su población y que la mayoría había abandonado la ciudad en e l momento de la tragedia.
Beard en este libro lleva a Pompeya a sus lectores, por los sitios famosos y no tanto, y en ese viaje muestra cómo era la vida en esta ciudad del sur italiano (desde su historia previa a llegar a ser incorporada a Roma, hasta el 79), cómo eran sus industrias y comercio (su interconexión en gran mercado que era el imperio), cómo vivían sus habitantes, cómo jugaban e incluso cómo decoraban sus espacios (lo que luego del siglo XVIII llegó a tener influencia en occidente). Todo lo cual lo hace con su conocido estilo que conjuga un saber enciclopédico (tanto de fuentes antiguas como de los estudiosos contemporáneos) y un gran sentido del humor, lo que hace que nunca sea tediosa su lectura y arranca más de una risa.