Cada cuento en este libro se sentía vivo. Selva Almada sabe construir personajes que parecen completamente reales. Te hace creer que estas personas existen allá afuera, nos deja espiarlos a través de una ventana. Empatizas con ellos en pocas páginas, lo que es difícil de lograr en los cuentos. 
   No todos los cuentos me gustaron, pero la prosa hace que igualmente te quedes pensando y queriendo saber más.
  Mis favoritos fueron: