La trama avanza inversamente proporcional a la velocidad a la que cambia la vida del protagonista. 

El libro inicia bastante deprisa y al punto; sin embargo esa rápidamente comienza a disminuir conforme nos adentramos más en el matrimonio entre Catalina y el General Andrés Ascencio, para al final, encontrarnos con un desenlace un tanto apresurado y, a mi parecer, insatisfactorio y con más preguntas que respuestas. 

Tanto Catalina como Andrés son personajes bien construidos conforme al ambiente y las situaciones por las que atraviesan.   

A pesar de que alrededor de la mitad del libro me estaba aburriendo de que no pasara nada interesante, saber qué iba a continuar en la vida de Catalina es lo que me hizo continuar.