Como les contaba anteriormente entré al libro sin saber de qué se trataba y resultó ser una biografía (mi subgénero favorito). Es un relato íntimo y divertido, crudo y reflexivo que nos lleva a conocer las peripecias de Guadalupe Nettel para llegar a habitar el cuerpo en que nació y convertirlo en su vía de conexión con el mundo.

Ella escribe muy muy bien, al conocer parte de su historia puedo saber la razón; desde niña encontró un refugio en las letras y en la escritura una vía de protesta y liberación.

Si bien es una historia personal, genera reflexión respecto a las inseguridades y complejos que todos tenemos en la etapa de niñez y juventud, en las desavenencias inevitables con nuestros superiores y el despertar a la vida, la sexualidad, la amistad y la conexión con esa parte única de nuestro ser que nos hace quienes somos y que enriquece la diversidad de nuestras comunidades.

Después de la hija única me gustó mucho reencontrarme con su manera de escribir y de transmitir emociones, definitivamente quiero leer más de ella!

Les comparto algunos fragmentos del libro que me hicieron reflexionar: