Títulos alternativos para esta novela:

1. Relación tóxica? La ex de mi marido tiene la culpa

2. No es femicidio si es gótico

3. Jane Eyre: Electric Boogaloo

4. Ansiedad no tratada en el siglo XX

Mi experiencia leyendo Rebecca: sufrimiento absoluto. Y no del buen sufrimiento, que te da ese placer masoquista y se siento como una catarsis. Oh no, esto fue un sufrir de querer tirar el libro por la ventana de frustración.

La narradora, una joven sin nombre, es una de las protagonistas más desesperantes que he leído en mi vida. Les juro, si quieren torturarme les basta con ponerme una grabación del monólogo interior de esta mujer y vamos embarcadas al suicidio. Me consta qué hay gente que no le molesta o incluso le cae bien, pero lamentablemente no soy fan de las mujeres que tienen una personalidad equivalente a un mobiliario y
carecen del mínimo de autorespeto que cualquier ser humano debiera tenerse. Ugh. Y eso sin siquiera mencionar el resto de los adefesios de personajes o la asquerosa relación tóxica que se glorifica a lo largo de estas 400 páginas. Francamente, ATRÓH.

Mala experiencia y todo, aún así no puedo quitarle mérito a Rebecca; es una obra magistralmente construida. La forma en que está escrita y estructurada, la ambientación, la prosa, casi poética a veces, todo estaba muy bien hecho. La soa Daphne claramente sabe escribir, lo que no sabe es crear personajes que no me hagan querer sacarme el poco pelo que tengo.

En conclusión? Pésima experiencia de lectura, pero por razones absolutamente subjetivas. Entiendo por qué es un clásico, pero nadie puede obligarme a apreciar una historia tan desagradable de leer.