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A review by shlackspot
Renacida: Diarios tempranos, 1947-1964 by Susan Sontag, David Rieff
5.0
Leer este diario ha sido una experiencia sumamente interesante, que me ha dejado aún más hambrienta de S. Sontag que antes.
Siempre me ha parecido algo increíblemente delicado e íntimo leer los diarios o las memorias de una persona, ya que estás penetrando en lo más privado h secreto de su ser al leerlas. A mi parecer eso ya amerita 5 estrellas.
Pero la principal razón por la que decidí ponerle 5 estrellas, es por lo increíblemente real que fue este diario. Todos los pensamientos desparramados, listas de libros inconclusas, reflexiones espontáneas llenas de juicios a sí misma… Quiero aplaudir de pie el trabajo de David Rieff con la edición de este primer diario, y con el precioso prólogo que él escribió antes de siquiera comenzar a leerlo.
Me encantó cómo reconoció que leyó y se enteró de cosas que no quiso saber, y que su decisión violaba su intimidad, sus razones y su petición al respeto y discreción. Gracias por darnos esto, David.
Por último, quiero destacar a Susan Sontag. Sus pensamientos y conclusiones, sus planes, ilusiones, dolores y aflicciones. Ella era una mente brillante, y en muchas de sus reflexiones me veo reflejada como si de un espejo se tratase. Meterme así en su cabeza e intimidad ha sido una experiencia preciosa, simplemente por lo delicada y fascinante que ha sido intelectual y emocionalmente.
Me encantó, qué puedo decir.
Siempre me ha parecido algo increíblemente delicado e íntimo leer los diarios o las memorias de una persona, ya que estás penetrando en lo más privado h secreto de su ser al leerlas. A mi parecer eso ya amerita 5 estrellas.
Pero la principal razón por la que decidí ponerle 5 estrellas, es por lo increíblemente real que fue este diario. Todos los pensamientos desparramados, listas de libros inconclusas, reflexiones espontáneas llenas de juicios a sí misma… Quiero aplaudir de pie el trabajo de David Rieff con la edición de este primer diario, y con el precioso prólogo que él escribió antes de siquiera comenzar a leerlo.
Me encantó cómo reconoció que leyó y se enteró de cosas que no quiso saber, y que su decisión violaba su intimidad, sus razones y su petición al respeto y discreción. Gracias por darnos esto, David.
Por último, quiero destacar a Susan Sontag. Sus pensamientos y conclusiones, sus planes, ilusiones, dolores y aflicciones. Ella era una mente brillante, y en muchas de sus reflexiones me veo reflejada como si de un espejo se tratase. Meterme así en su cabeza e intimidad ha sido una experiencia preciosa, simplemente por lo delicada y fascinante que ha sido intelectual y emocionalmente.
Me encantó, qué puedo decir.