Normalmente cuando leo una novela de John Le Carré ya sé que no me voy a encontrar la típica novela de espías, de alguna manera, ese es el sello de este autor. Sin embargo en esta ocasión hasta yo me he visto sorprendido porque realmente esta novela, más allá de algunos toques, no es realmente una novela de espías. Yo creo que en cierto modo es una novela de frustraciones, todos los personajes que aparecen por ella se encuentran desencantados con su situación y pretenden hacer lo que haga falta para conseguirlo, hasta engañarse a ellos mismos. Creo que para entender completamente esta novela habría que haber vivido en los años en los que esta ambientada, con una Europa en plena reconstrucción, con unas naciones en plena lucha de poder por establecer sus "zonas de influencia" y con la gente totalmente desengañada.
Es una novela que desborda pesimismo por los cuatro costados y desde el primer capítulo te esta diciendo que esta historia no va a terminar bien, algo por otro lado bastante común en las novelas de John Le Carré que suele huir de los finales felices.
En lineas generales me ha gustado mucho esta novela aunque reconozco que en ciertos momentos le falta algo más de ritmo y quizás me hubiera gustado que profundizará más en las motivaciones que tiene Leiser para volver "a la acción".