Este libro inicia siendo pesado y confuso, y sinceramente no me dieron ganas de continuar leyendo y si lo hice fue por fuerza de voluntad. Y hasta al menos la mitad del libro así me sentí, buscando página tras página que era oh, tan grandioso acerca de este libro para que se mereciera tan buenas críticas. Pero a partir de la segunda mitad entendí la algarabia. Las cosas comenzaron a esclarecerse, los personajes a desarrollarse, y prácticamente leí la segunda mitad de un tirón porque simplemente no podía dejarlo.

Los personajes son perfectos, simplemente perfectos en su propia imperfección, en su propia realidad. Algunos actos que consideré increíblemente egoístas solo le agregan realismo a los personajes... y por lo demás solo vemos personas tocadas por tragedias en sus vidas, que antes del lector juzgar, entiende qué lo llevó a eso punto, por qué hizo tal cosa.

Este libro no se trata de romance, y apenas algunas páginas hace mención a ese tema. Y así es perfecto, porque vemos a Taylor como un personaje confundido, buscando la verdad, y el poco romance que ahí (que es perfecto) no toma protagonismo y todo pasa como tiene que pasar.

La historia de los cinco... sinceramente no encuentro las palabras correctas para describirla. Sólo que estos cinco me hicieron llorar, y fue todo tan... heartbreaking. Lloré mucho y me entristece solo pensar en eso.

Definitivamente puedo decir que este es un libro que hay que leer con atención, y tal vez hasta volver a leer unos cuantos paisajes para entender todo, dado que fue tan confudo al principio. ¿Que si vale la pena leerlo? Totalmente. Este libro merece sus cinco estrellas sin dudarlo.