Esta es la edición de lujo de pasta dura de V&R. Esteticamente hablando está hermosa. Tiene detalles brillantes que son tan característicos de los libros de la editorial y el formato del libro por dentro es colorido y bello.

Le daré otra leída y veremos si mi apreciación por el libro mejora por sobre la primera vez que lo leí.

10/NOV/2017
Terminé el libro por segunda vez. Primero que nada quiero decir que recordé por dónde iba la trama más o menos en la página cincuenta, lo cuál no habla bien del plot twist porque si lo hubiese leído por primera vez a esta edad hubiera adivinado el problema por ahí de la página cien. En un libro de 350 páginas, quieres que tu giro aguante escondido por lo menos hasta la doscientos cincuenta... pero bueno.

Cartas de Amor a los Muertos nos habla de Lauren. Después de la muerte de su hermana May, Lauren está pasando por momentos difíciles y cuando su profesora de Literatura le pide que escriba una carta a una persona fallecida la tarea se vuelve una sesión de catarsis y auto descubrimiento para Lauren. Es a través de estas cartas que Lauren nos transmite su historia.

Los personajes me gustan mucho. Lauren es un personaje muy complejo y con una voz de narración excelente. La forma en que sus cartas fluyen desde su narración de eventos, recolección de datos y los mensajes a sus destinatarios te hacen adentrar en la historia de tal forma que olvidas incluso al destinatario de la carta.

Las voces de los personajes son en extremo adecuadas para la edad que se supone que tienen, algo que me gusta mucho y con lo que muchos autores de Young Adult batallan. Los personajes se sienten auténticos y reales. Algo muy refrescante.

Dicho esto, tengo un problema muy grande con la trama. Y es que yo entiendo que Stephen Chobsky haya sido el mentor de Ava Dellaira pero la historia no solo se parece, sino que grita Perks of Being a Wallflower. Es la misma idea pricipal, el mismo conflicto y por todo lo que es bueno les juro que es el mismo libro. Ni siquiera puedo con las comparaciones.

No, sí puedo. Pero las mantendré concisas porque tampoco quiero contarles todo el libro.
Los amigos son los mismos, con distinto nombre. La importancia de la música es la misma, sólo que mientras en aquél libro escuchamos a The Smiths aquí tenemos a Nirvana.

Dicho esto, a mi casi no me gustó Perks... mis disculpas a Chobsky, pero lo que hace Cartas de amor a los muertos tan fascinante es que a pesar de todas las similitudes no sentí que leía el mismo libro durante la lectura (eso pasó después). Encontré este libro fascinante y en realidad lo disfrute mucho más que la primera vez. Quizá porque esta vez me encontré no sólo en un lugar de mayor madurez sino en un mejor lugar emocional fui capaz de disfrutar más allá de la tristeza y melancolía.

Eso fue más profundo de lo que quería, perdón a ustedes no les interesan mis tristezas amorosas... ¿o sí?

En conclusión este libro me gustó mucho más que la primera vez que lo leí hace tres años. Y no estoy segura de como terminar esta reseña, así que adiós.