A review by jordibal
Wastelands: Stories of the Apocalypse by John Joseph Adams

dark

4.25

Relatos buenos combinados con otros excelentes. Ninguno me ha aburrido ni me lo he tenido que saltar: todo un logro para una antología de estas. Personalmente, me quedo con las siguientes, por orden de aparición:
“The End of the Whole Mess” de Stephen King (1986). A un científico superdotado le molesta que la humanidad esté siempre peliándose en lugar de colaborar y concibe una solución para ponerle remedio. Me ha recordado a uno de los relatos más célebres de Alice B. Sheldon.
“The People of Sand and Slag” de Paolo Bacigalupi (2004). Sí, el “Seres de arena y escoria” de La bomba número seis y otros relatos. En un futuro a medio plazo, la humanidad ha tenido que adaptarse a una Tierra muy poco amigable hasta el punto de convertirse en unos seres que apenas reconoceríamos como humanos. Tercera vez que lo leo y no me canso.
“When Sysadmins Ruled the Earth” de Cory Doctorow (2006). Llega el apocalipsis, generado por recelos entre superpotencias, y a unos administradores de sistemas les pilla arreglando el interné en un centro de datos. Tercera vez que lo leo y no me canso.
“Artie's Angels” de Catherine Wells (2001). En esta historia de adolescencia, amores y conciencia de comunidad, (parte de) la humanidad sobrevive como puede en unas cúpulas protectoras antirradiación. Fallout en plan conmovedor y esperanzado.
“Judgement Passed” de Jerry Oltion (2008). Ha llegado el Día del Juicio Final bíblico, pero a unos astronautas les pilla fuera del barrio. Lo que se encuentran cuando vuelven a la Tierra te sorprenderá.
“Speech Sounds” de Octavia E. Butler (1983). Novum contrapuesto al relato de Stephen King. Un virus arrebata la capacidad de empatizar y de comunicarse a la humanidad, en distintos grados de gravedad. Es la ley de la selva y nos vemos abocados a involucionar.
“Episode Seven: Last Stand Against the Pack in the Kingdom of the Purple Flowers” de John Langan (2007). Este es una locura deliciosa que se lee frenéticamente porque es todo una sucesión de frases y de imágenes sin apenas puntos, un recurso apropiado porque la pareja protagonista huye a la carrera de una jauría de humanoides que se muere por sus huesitos. Imagínate mezclar “El color que cayó del cielo” de Lovecraft con un apocalipisis a lo Batman en plan guerra de guerrillas contra las hordas de Darkside que han conquistado la Tierra, pero más loco todavía.

Me quedo con esta cita que hará sonreír a quien haya leído Y: The Last Man: “Ser el único hombre con vida reduce significativamente el potencial de que te rechacen”, de “The End of the World as We Know It” de Dale Bailey. A lo que contesto: “contigo no, bicho”.