A pesar de lo que digan los demás de si los personajes son planos, Laurel es una chica sin personalidad que no hace más que equipararse a la sombra de Sky y que llegamos a conocer más a los personajes secundarios que a la coprotagonista (yo soy de los que creen que la verdadera protagonista de la novela es May y no Laurel), este libro me ha encantado. Ha llegado en un momento de mi vida en el que me tomo las cosas muy a lo emocional y, sinceramente, tenía los ojos vidriosos con las dos últimas cartas, ya que la historia te toca y sé que está para eso, para que te toque y te destroce y te haga apreciar la vida y la pérdida como una parte natural de la vida.
Además, la moraleja de aprender a ser uno mismo, de crecer superando las adversidades de la vida, creo que es algo bastante a reforzar.
Me ha encantado el detalle de enlazar la vida de Laurel con la de los personajes a los que escribe, la verdad, me ha servido para conocer en profundidad a Judy Garland, la cual para mí no dejaba de ser Dorothy Gale y que, con esta novela, ha sido alguien más.


PD: Cuando en agradecimientos vi que Stephen Chbosky era el primero lo entendí todo, entendí por qué me había gustado el libro y hasta incluso el formato epistolar que tanto me recordaba a uno de mis libros preferidos, Perks of Being a Wallflower.