"Antes de que la carrera comience, con los pies ya colocados en los tacos, gira la cabeza y mira hacia atrás. En ocasiones no hay nada detrás de él; en otras, hay chicos que estiran o corren, o solo estoy yo, contemplándolo, pero él nunca deja de hacerlo. Después, cuando lleva la mirada hacia la pista y Mel da la señal de salida, se desliza por ella como si le fuera la vida en ello. Corre con sus monstruos mordiéndole los talones. Cuando lo veo correr así, me gustaría preguntarle a qué le tiene tanto miedo. Pero nunca me atrevo a hacerlo."

Belén Martínez me hizo sufrir con este libro.

En esta historia seguimos a Julen, un adolescente en su ultimo año de preparatoria, quien, antes de empezar el año, tiene un sueño en el que se ve dentro de 10 años, trabajando en una editorial, no muy feliz que digamos. En camino a una junta de antiguos alumnos, divisa en el cielo una luna inusualmente grande y roja. En la reunión, junto con su mejor amiga Melissa, enterandose de la vida de sus compañeros, aparece Ibai, un excompañero que, antes de terminar la preparatoria, fue encerrado en la carcel por asesinato. Antes de irse, Ibai le entrega Julen su diario de vida, exigiendole que lo publique. Julen despierta en el primer día de su último año de escuela, él e Ibai solían ser muy amigos pero ya no lo son y Julen está decidido a que nada de su sueño se vuelva realidad.

Ok, leí este libro porque primero leí Una Sonata de Verano y lo amé con locura y pasión y quería leer más de la autora. Y no decepcionó. Debo decir que me gustó mucho que en algún momento se mencionara Preludio de Invierno, ahora sé que ambos libros pertenecen al mismo universo y me gusta saber eso.

La historia me mantuvo en todo momento atrapado, yo también quería saber porqué fue que dejaron de ser amigos Julen e Ibai, cúal es el secreto del último, si, al final, Julen podrá evitar que Ibai asesine a alguien, a quién va a matar. Todo eso iba rondando en mi cabeza mientras moría de vergüenza ajena por Julen y es que... Se metía en cada situación y yo no soy alguien que maneje muy bien la vergüenza ajena, así que, en ciertas partes se me hacía un poco incómodo de leer (pero eso es algo personal).

Los personajeeeeeeeeeeees, si bien amé a Julen e Ibai como personajes principales, mi favorito es sin duda Oliver. Joder, que buen personaje. Algunas de las escenas entre él y Julen fueron las que más me dieron risa, su personalidad, sus bromas, su creciente preocupación por Julen, quería protegerlo de todo y de todos. A pesar de ser un personaje más o menos secundario, pudo mostrar varias facetas de sí mismo, lo que lo hizo un personaje bastante completo. Me gustó que siempre fue honesto con Julen, a pesar de que al principio se llevaban mal. La forma en la que Julen y Oliver se molestaban se me hacía de lo más tierno y siempre me sacaban una carcajada.

Y quería hacer una mención especial al Capitulo 30... Holy shit! ¿Conocen esa sensación de tensión máxima cuando estan presenciando una situación crítica, pero ustedes solo observan, no participan, y no saben lo que va a pasar? Bueno, esa sensación tuve todo el maldito capítulo. Me sudaban las manos, sentía escalofrios, sentia mi corazon latir con demasiada fuerza y soltaba risas nerviosas. La tensión en ese capitulo, me hizo entrar en modo alerta y lo unico que puedo hacer es aplaudir a Bélen por esa narración.

Sin duda es un libro que me encantó, tal vez no al mismo nivel que Una Sonata de Verano, pero es injusto comparar ya que son libros distintos. Estoy muy ansioso por lo que la autora publique después, aún tengo un libro pendiente de ella así que lo estaré leyendo muy pronto.