La novela se centra en los eventos que llevaron a la muerte de Santiago Nasar. El narrador explica los eventos de una manera periodística, pero surrealista al mismo tiempo. Eso es típico de la magia realismo de Gabriel García Márquez. La obra no está escrita cronológicamente. El narrador entrevista con la gente del pueblo veintisiete años después del crimen y narre los eventos de perspectivas diferentes.

Aprendemos que Angela Vicario, que se casó con Bayardo san Román, no parecía ser virgen. Angela dice a sus hermanos que fue Santiago que tomó su virginidad. Los gemelos Vicarios deciden de matar a Santiago y lo anuncian públicamente. Se corre la voz en el pueblo y lo irónico es que todos lo saben excepto a Santiago mismo. Descubrimos como eso fue posible. Algunos no creían que el anuncio fuera cierto y pensaban que era un rumor. Algunos pensaban que algún otro debiera prevenido a él. Cuando Cristo trata de prevenirlo, es muy tarde. Ya está muerto.

“Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir el crimen y sin embargo no lo hicieron, se consolaron con el pretexto de que los asuntos de honor son estancos sagrados a los cuales solo tienen acceso los dueños del drama. (…) Placida Linero había cerrado esa puerta en el último instante, pero se liberó a tiempo de la culpa. “La serré porqué Divina Flor me juro que había visto entrar a mi hijo y no era cierto”. Por el contrario, nunca se perdonó el haber confundido el augurio magnifico de los arboles con el infausto de los pájaros (…).” (p95-96)

Eso es el fragmento que más me gustó. Después del muerto de Santiago, la gente trata de consolarse con excusas. Sabían del anuncio y podían haberlo prevenido, pero no lo hicieron. Lo peor es el hecho que su madre condenó su hijo a morir al cerrar la puerta. La culpa verdadera es de Divina, como lo explica. Sin embargo, ella sigue siéndose culpable, porque al inicio Santiago había soñado con árboles y pájaros. Placida se sienta culpable por haber malentendido el augurio.

El augurio no era la única señal. Los gemelos Vicarios habían escrito una carta anunciando el hecho que ellos iban a matar a Santiago. La carta se encontraba bajo de la puerta por la que salió Santiago la mañana de su muerte, sin haberlo visto. No importa cuantos señales haya, la novela deja claro que Santiago iba a morir.

Cuando había empezado a leer la novela, pensé que el narrador iba a resolver el misterio. ¿Fue Santiago inocente o culpable? En el final, me di cuenta que eso no era el objetivo de la novela. No se trataba si él era inocente o culpable. Se trataba del hecho que, aunque su muerte fue anunciada, el pueblo no le previno y Santiago murió eventualmente.